Flores de Cempasúchil en CDMX
Paseo de la Reforma, Viaducto, Chapultepec y otras avenidas serán decoradas para el Día de los Muertos con 219 mil flores de cempasúchil.
La arteria vial principal de la Ciudad de México, Paseo de la Reforma, comienza a llenarse de flores de cempasúchil para la temporada del Día de los Muertos.
Si pasas por la zona en estos días, no pierdas la oportunidad de tomar una foto.
La autoridad responsable, la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE), ya está trabajando en la plantación de 219 mil ejemplares de esta emblemática flor naranja en las jardineras de algunas de las principales avenidas de la capital. Además de la mencionada Reforma, también se llenarán de color el Periférico, Miramontes, Calzada del Hueso, Río Becerra, Viaducto Miguel Alemán, Tlalpan, Coapa, Eje 6 Sur, Javier Rojo Gómez, Chapultepec, Circuito Interior, Eje 3 Oriente, Ejército Nacional, La Viga, Recreo y Calzada México Tenochtitlán.
A través de un comunicado oficial, SOBSE compartió todos los detalles sobre esta decoración. En total, se intervendrán 38.66 kilómetros de áreas verdes para recibir la tradición y, lo más importante, a nuestros seres queridos fallecidos durante las noches del 1 y 2 de noviembre.
¿De dónde provienen las flores de cempasúchil que cubrirán la Ciudad de México?
Como cada año, Xochimilco se corona como el principal productor de cempasúchil en la región. Todas las macetas utilizadas en los arreglos provendrán de estos cultivos. La intención también es promover el comercio local.
¿Qué simboliza el cempasúchil dentro de la tradición mexicana del Día de los Muertos?
Esta flor, también conocida como “la flor de los muertos”, no puede faltar en las ofrendas, altares e incluso tumbas. Los mexicanos creen que su color naranja brillante y su característico aroma sirven de guía para que nuestros seres queridos fallecidos nos visiten durante estos días. Asimismo, se cree que su uso es una forma de mostrar respeto a esos seres queridos que han trascendido a otro plano.
En el vibrante tapiz de la cultura mexicana, el Día de los Muertos, o Día de Muertos, se erige como una celebración colorida y conmovedora de la vida y la muerte. En el corazón de esta rica tradición está el cempasúchil, una flor de color naranja brillante que tiene un profundo significado cultural y simbólico.
La flor de Cempasúchil
El cempasúchil, conocido científicamente como Tagetes erecta, es una especie de flor de cempasúchil nativa de México y América Central. Su nombre proviene del náhuatl “cempohualxochitl”, que se traduce aproximadamente como “veinte flores”, posiblemente haciendo referencia a los numerosos pétalos de la flor. Con su vibrante tono dorado-naranja y su distintivo aroma, el cempasúchil se ha convertido en un símbolo de identidad mexicana, tradición y espiritualidad.
Los orígenes de la tradición
El uso del cempasúchil en la tradición del Día de los Muertos tiene raíces profundas en la historia mexicana, que se remontan a la era precolombina. Los aztecas, que habitaban el México antiguo, veneraban la flor y la consideraban sagrada. Creían que el color y el aroma del cempasúchil podían guiar a los espíritus de los difuntos de regreso al mundo de los vivos durante las festividades del Día de Muertos.
Cuando los conquistadores españoles llegaron a México en el siglo XVI, encontraron un rico tapiz de tradiciones indígenas, incluyendo el uso del cempasúchil para honrar a los muertos. Reconociendo la importancia de estas costumbres, los españoles las fusionaron con sus propias tradiciones católicas, dando lugar a la celebración única y sincrética que hoy conocemos como Día de los Muertos.
El papel del Cempasúchil en el Día de los Muertos
Durante el Día de los Muertos, las flores de cempasúchil juegan un papel central en las coloridas *ofrendas* o altares que se construyen en hogares, cementerios y espacios públicos de todo México. Estas ofrendas están dedicadas a los seres queridos fallecidos y están repletas de sus comidas, bebidas y recuerdos favoritos. Los pétalos de cempasúchil a menudo se esparcen en caminos vibrantes que conducen a las ofrendas, simbolizando el camino para que los espíritus regresen al mundo de los vivos.
Además de su uso en las ofrendas, las flores de cempasúchil suelen convertirse en guirnaldas, coronas y cruces intrincadas, adornando cementerios y tumbas. El contraste del brillante color de la flor con la oscuridad de la noche crea un homenaje visualmente impactante y emocionalmente conmovedor para los difuntos.
El significado cultural
El cempasúchil encarna la mezcla única del pueblo mexicano entre espiritualidad, respeto por la tradición y resiliencia ante la mortalidad. Sirve como un puente entre los mundos de los vivos y los muertos, un símbolo vibrante de recuerdo y un testimonio del poder perdurable de la cultura.
La flor de cempasúchil es más que una maravilla botánica; es un testimonio vivo del patrimonio cultural de México y del espíritu perdurable del Día de los Muertos. Esta brillante flor, con su color vibrante y su profundo simbolismo, continúa tejiendo una conexión entre generaciones, ofreciendo un recordatorio conmovedor de que, en la cultura mexicana, la muerte no es un final, sino una celebración de la vida. La flor de cempasúchil es una encarnación viva de esta tradición atemporal, y sus pétalos dorados seguirán marcando el camino para que los espíritus de los difuntos regresen, año tras año, al abrazo de sus seres queridos.