Una mexicana se convirtió en Miss Universo

En una noche llena de brillo, glamour y drama inesperado, Fatima Bosch de México ha sido coronada Miss Universo 2025 en Bangkok, poniendo fin a lo que ha sido una de las temporadas de concursos más escandalosas en la memoria reciente. A sus 25 años, la victoria de Bosch ya se considera icónica, no solo por su porte y belleza, sino por los eventos dramáticos que llevaron a su coronación.

El camino hacia la corona estuvo lejos de ser sencillo. A principios de este mes, Bosch abandonó un evento previo al certamen después de que un funcionario tailandés la reprendiera públicamente frente a decenas de concursantes. Fue amenazada con la descalificación para ella y para cualquier persona que la apoyara. Este audaz movimiento apareció instantáneamente en los titulares de todo el mundo y rápidamente posicionó a Bosch como una figura de valentía y principios. Sus seguidores, incluida la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, la elogiaron como “un ejemplo de cómo las mujeres debemos alzar la voz” frente a la agresión.

La controversia no terminó allí. Solo una semana después, dos jueces renunciaron en medio de acusaciones de manipulación. El músico libanés-francés Omar Harfouch alegó que un “jurado improvisado” había preseleccionado finalistas antes de la noche final, mientras que el exfutbolista francés Claude Makelele renunció citando “razones personales imprevistas”. Aunque la Organización Miss Universo negó cualquier irregularidad, las renuncias añadieron más combustible al ya acalorado debate sobre la transparencia y la justicia del concurso.

En medio de la agitación, los fanáticos y comentaristas en redes sociales rápidamente especularon que la victoria de Bosch podría haber sido influenciada por su salida anterior. “El próximo año, quien se retire ganará”, bromeó un fanático en línea, mientras que otro sugirió: “¡Tuvieron que coronarla para compensar la injusticia anterior y salvar Miss Universo!” Independientemente de las especulaciones, la gracia, fortaleza y espíritu radiante de Bosch capturaron indudablemente los corazones de los espectadores de todo el mundo, como celebró la Organización Miss Universo en sus redes sociales.

El certamen en sí no estuvo exento de incidentes. Durante la ronda preliminar de vestidos de gala, Miss Jamaica se cayó en el escenario y tuvo que ser retirada en camilla. Afortunadamente, los organizadores confirmaron que no sufrió lesiones y recibió la atención médica adecuada, aunque el incidente se volvió viral en las plataformas de redes sociales.

A pesar de la turbulencia, la noche final se desarrolló con intensidad y elegancia. Miss Tailandia Praveenar Singh quedó como primera finalista, Miss Venezuela Stephany Abasali en tercer lugar, seguida por Miss Filipinas Ma Ahtisa Manalo y Miss Costa de Marfil Olivia Yace, completando el top cinco. Sin embargo, fue la presencia, confianza y capacidad de Bosch para manejar las controversias con dignidad lo que realmente dominó los titulares.

La tensión entre bastidores destacó las diferencias entre las facciones tailandesa y mexicana que supervisaron Miss Universo este año. Los eventos en Bangkok fueron organizados por Nawat Itsaragrasil, fundador de Miss Grand International, conocido por su audaz presencia en redes sociales y estilo organizativo de alto perfil. Mientras tanto, la Organización Miss Universo se ha manejado desde México bajo el empresario Raul Rocha, un equipo de liderazgo relativamente nuevo incorporado justo antes del certamen de este año.

La propiedad de Miss Universo ha cambiado de manos varias veces en los últimos años. La magnate de medios tailandesa Anne Jakrajutatip había adquirido previamente el concurso de la empresa estadounidense Endeavor en 2022, implementando reformas para promover la inclusión—permitiendo la participación de mujeres transgénero, casadas y con hijos, y eliminando el límite de edad para las concursantes. También buscó monetizar la marca mediante merchandising, desde botellas de agua hasta bolsas de marca. Sin embargo, su empresa de entretenimiento, JKN, se declaró en bancarrota en 2023 por problemas de liquidez, y renunció como CEO antes de los eventos previos de este año, siendo reemplazada por el diplomático guatemalteco Mario Bucaro.

Todas estas dinámicas—los cambios en el liderazgo, las salidas en protesta, las renuncias de los jueces y los momentos virales en redes sociales—dibujan un panorama de un certamen que lucha por mantener relevancia mientras navega el escrutinio moderno. Sin embargo, para Fatima Bosch, fue el escenario perfecto para brillar. Su victoria, la cuarta corona de México en Miss Universo, se celebra como un triunfo de resiliencia, valentía y gracia bajo presión.

Aunque las opiniones permanecen divididas, no hay duda de que Miss Universo 2025 será recordado no solo por el deslumbrante final, sino por el extraordinario drama que lo precedió. La salida de Bosch, en retrospectiva, fue más que una protesta: se convirtió en un momento definitorio que consolidó su lugar en la historia de los concursos de belleza a nivel mundial.

Al final, Miss Universo 2025 demostró que, en el mundo del certamen, la belleza puede abrir la puerta, pero el coraje y la integridad mantienen la corona.

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